Con el desarrollo de las procesiones chiquitas en algunos barrios populares como las de José María Obando, se dio por concluida la realización de este tipo de desfiles religiosos en el municipio de Popayán en el marco de su Semana Mayor.
En este barrio del suroccidente payanés se ha vuelto tradicional que 15 días después del Viernes Santo, y desde hace 41 años, se lleven a cabo estas procesiones chiquitas; que al igual que otras, se han convertido en una especie de semillero en donde muchos de los cargueros actuales hicieron sus primeros “pinitos”.
Con la réplica de 14 pasos, las familias de este tradicional sector de la capital caucana salen a alumbrar al desfile sacro de sus pequeños hijos quienes con mucha ilusión asumen de cargueros, monaguillos, regidores, moqueros, pregoneros, sahumadoras y demás, para no dejar morir esta bonita tradición.
Para Jairo Ordóñez, miembro de la organización de estos desfiles sacros, “la realización de estas procesiones chiquitas tiene un valor muy importante pues alimenta una tradición que poco a poco va creciendo en el corazón de las nuevas generaciones. Yo, por ejemplo, me inicié aquí en el barrio y ya llevo 34 años cargando en las procesiones de la Semana mayor”, indicó.